Octavo Domingo del Tiempo Ordinario - Padre Adan Royal
Febrero 26, 2022 - 7:00 PM
Grabación de audio
Jesús nos dice que no vemos claramente. Esto se debe al pecado. Nos gusta pensar que el pecado es entre nosotros y Dios, que es algo privado. Esto está mal. ¡El pecado lo afecta todo! El pecado es la fuerza que destruye las relaciones y distorsiona nuestra visión del mundo. Cuanto más poder le damos al pecado, más se distorsiona nuestra visión. Eventualmente nos volvemos ciegos y no podemos ver la verdad en absoluto. Jesús nos está llamando a ver claramente.
Somos rápidos para señalar las faltas y los pecados de los demás. Nos gustan los chismes sobre los problemas que tienen los demás. ¡Pero esto es inaceptable, porque no podemos ver claramente! Nuestros pecados han distorsionado nuestra visión del mundo y nos hacen juzgar dura e incorrectamente a los demás. Nos gusta culpar a la gente. ¡Jesús nos pide que nos culpemos a nosotros mismos! Cada vez que tengamos la tentación de chismear sobre otro, debemos detenernos y preguntarnos: "¿Cuáles son mis defectos?" “¿Cuáles son mis pecados?” y debemos centrarnos en ellos. Si hiciéramos esto, nos enfocáramos en nuestras propias imperfecciones y nos esforzáramos por ser mejores, entonces podríamos vivir en el mundo que Jesús nos ofrece. Entonces veríamos claramente.